Es imprescindible un apoyo a los decisores del ámbito sanitario para que diluciden adecuadamente qué prestaciones sanitarias deberían financiarse, en función de que sean efectivas, y cuáles no.
Esto me hace poner nuevamente la mirada en las especialidades farmacéuticas y accesorios de utilidad terapéutica dudosa. ¿Hasta cuándo van a estar financiados por nuestro Sistema público de salud?



